Juan Vicente de Güemes fue un virrey nacido en América que tuvo el cargo de 1789 a 1794. Aparece en esta pintura acompañado por las virtudes que debía tener un gobernante: la sabiduría, representada por la diosa romana Minerva, la prudencia por una mujer de dos caras en alusión al dios Jano, y la justicia por la mujer con la balanza del bien y el mal. Enmarcado en el fenómeno de la Ilustración y el desarrollo urbanístico, el también nombrado segundo conde de Revillagigedo realizó un sinfín de obras, entre las que están la creación de drenajes y pavimentación e iluminación de calles, recolección de basura y la numeración de casas. Las ciudades más beneficiadas por sus esfuerzos fueron Ciudad de México, Veracruz, Toluca, Guadalajara, San Blas y Querétaro.
En el cuadro se pueden ver varias referencias a su gobierno. El barco representa su interés en mejorar el tráfico comercial de productos como el algodón, el cáñamo, la seda y el lino. El indígena con el águila y la serpiente en la base de la fogata, ubicados en segundo plano, simboliza el renacer de la patria a través de la civilización. El compás y los trazos geométricos muestran su impulso de la francmasonería en América. El autor, aunque desconocido, aparece autorretratado al pie del cuadro.