Pelegrín Clavé

Dicen que es importante tener cuidado al elegir el nombre de un hijo, ya que este definirá su futuro. Mis padres me pusieron Pelegrín, peregrino, y mi destino fue viajar. Nací en Barcelona, España, pero viajé mucho. Entre mis viajes, los más simbólicos fueron a México y a Italia. Estuve en Ciudad de México por 22 años, donde trabajé como director de la Academia de San Carlos, y en Italia conocí a Johann Friedrich Overbeck, un pintor romántico alemán cuyo estilo marcó mucho mi carrera. Se hacía llamar nazareno, porque quería retratar en su arte la honradez y espiritualidad del arte cristiano medieval. Me gustó su filosofía artística y la plasmé en varias de mis obras.