Aunque el niño está representado en un ambiente solemne, Clavé logró dejar testimonio de su carácter y edad. Todo indica que fue el primogénito de Juan Lorenzo Gamio Alemán, amigo del pintor y suscriptor de las expresiones de la Academia de San Carlos, de la que Pelegrín Clavé fue director entre 1846 y 1868. Al parecer, Gabriel Gamio fue el único de los hijos de Lorenzo que tuvo la fortuna de ser retratado por este importante artista.
En este retrato de cuerpo completo y tamaño natural, el niño refleja el prestigio de la familia con mucho lujo, visible en cómo está vestido, en el cortinaje del fondo y en el mueble. Destacan la calidad de la representación táctil de los objetos, la textura del terciopelo, la madera e incluso la piel.