Este teatro fue por un tiempo el más imponente de México y uno de los más grandes de Latinoamérica. Construido entre 1840 y 1844 por Lorenzo de la Hidalga en la Ciudad de México, estaba ubicado cerrando la avenida Cinco de Mayo, a lo largo de la calle de Vergara, hoy calle Bolívar. Sin embargo, al empezar el siglo XX fue demolido debido al proyecto de prolongar la avenida 5 de Mayo y reemplazarlo por una versión más imponente, como lo sería el nuevo Teatro Nacional, inaugurado años más tarde como Palacio de Bellas Artes.
Pietro Gualdi llegó a México en 1851. El artista formó parte del equipo de una ópera italiana que tenía el objetivo de crear escenografías, lo cual se muestra en el hábil manejo de las perspectivas y el conocimiento arquitectónico reflejado en esta pieza. Gualdi combinó esta tarea con clases de dibujo, pues había tenido una sólida formación artística en Europa e, incluso, llegó a ser maestro en la Academia de San Carlos. Sus habilidades se conjuntaron para que realizara una serie de cuadros del Gran Teatro Nacional por encargo de su arquitecto, Lorenzo de la Hidalga. En la pintura, coloca al espectador en una vista privilegiada de su imponente fachada de estilo clásico con columnas corintias.