En esta pintura hay una sutil alusión a una obra barroca La lechera, del pintor neerlandés Johannes Vermeer, de quien Gedovius era admirador y de la que tomó elementos para sus piezas. En La lechera, una mujer sostiene un jarrón y vierte leche en otro recipiente. Vermeer era un maestro de este tipo de escenas costumbristas.
A diferencia del cuadro del neerlandés, el de Gedovius se trata de una escena en un espacio exterior que ha sido interpretada como una alegoría de la primavera por la riqueza de su paisaje: un jardín cubierto por la espesura de los árboles y los arbustos que atenúan la luz solar y donde una joven sentada en el pretil de una fuente sostiene un jarrón de talavera poblana. El artista de ascendencia alemana incorporó en su pintura distintas vertientes del arte del siglo XIX, las reinterpretó e integró junto a elementos locales como la mantilla y la talavera.