Julio Ruelas

Elegí ser artista. Compartí esa inclinación con casi toda mi familia, pero fui el único que estudió formalmente en la Academia de Bellas Artes de San Carlos. Como mi padre era político y diplomático, salí pronto de Zacatecas hacia la Ciudad de México. Mi vida no iba a seguir su ejemplo y algunos dirán que fue extravagante, como mi obra, porque me fascinaron las visiones fantásticas de la realidad y sus aspectos crudos, lúgubres, melancólicos y trágicos, pero también hedonistas e intelectuales. Todo esto lo dejé plasmado en pintura y gráfica, sobre todo en retratos e ilustración. Además, participé en la Revista Moderna, donde junto con otros artistas y escritores buscábamos el reconocimiento de estilos distintos al tradicional de la Academia. Ahí ilustré a importantes poetas como Amado Nervo o José Juan Tablada y traté algunos de los temas que más me interesaron: la muerte, la magia, la sexualidad, la mitología y los seres fantásticos.