El maestro Marcelino Eduardo Sánchez obtuvo el Galardón Nacional de Artesanías Mexicanas por esta pieza. El artista regiomontano maneja varias técnicas tradicionales como la plumaria, la talla en hueso de animales y concha nácar, además del modelado en cera.
La intención del maestro es rescatar estas tradiciones en peligro de extinción y que él considera igual de importantes que el trabajo con oro u otros materiales preciosos. En este altar queda expuesta la maestría de su labor en los detalles, con una composición que resalta por la disposición de los elementos de manera escalonada.