En el litoral de Chocó, Colombia, la selva y los ríos dan sustento a la comunidad de los wounaan, para quienes los espíritus, llamados waspien, tienen una gran variedad de significados: protegen, curan, acompañan o ayudan.
El artesano Alejandrino Moya Valencia se ha dedicado no solo a la producción, sino también al estudio, documentación y conservación de esta tradición colombiana. Es incluso considerado un “tonguero”, una persona a la que se le ha permitido ver a los waspien.
En esta pieza, un barco tallado en madera, retrata con respeto la tradición iconográfica de su comunidad: los cuerpos blancos, la decoración zigzagueante, la pintura en la piel de los personajes y los animales que los acompañan.