María Gertrudis de Salazar y Duarte
Personaje de pintura novohispana
Puedo decir que siempre fui una mujer muy afortunada y feliz. Me casé muy joven con el amor de mi vida: don Matheo Vicente de Musitu y Zalvide, vasco, guapo, rico, y que vestía, gracias a mis consejos, a la última moda. Tal y como era mi deseo, vivimos cerca de mi natal Puebla para no alejarme de mis padres. Mi Matheo y yo levantamos un hogar en las mejores tierras de la Huasteca, donde me ocupé de la planificación doméstica y de nuestra vida familiar, así como de socializar con las vecinas organizando paseos, fiestas y visitas. Matheo siempre fue muy detallista y atento conmigo, siempre supimos cómo enamorarnos mutuamente. Mandó a hacer este retrato tan único en su tipo por presentarnos juntos y, entre muchas cosas más, a construir un cañón llamado ″Matamorelos″ para defenderme a mí y a nuestras tierras de los insurgentes.