El concepto de niñez es muy reciente: niñas y niños fueron retratados igual que los adultos durante mucho tiempo, solo que más pequeños, porque se esperaba que ellos continuaran las actividades y gustos de sus padres. En la Nueva España, los retratos de niñas y niños representaban el linaje al que pertenecían y el rol social que se les destinaba en la vida.

Con solo un año, María Anna o Mariana aparece en esta pintura con pose, vestido, maquillaje, joyas y una campanilla como símbolo de justicia procedente de la tradición española. Este prestigio sería exactamente el que conservaría años después, ya que acabó siendo la única heredera de los condes de San Mateo de Valparaíso. Para celebrar su matrimonio, sus padres, Ana María de la Campa y Cos y Miguel de Berrio y Zaldívar, mandaron construir el Palacio de Moncada, después conocido como Palacio de Iturbide, considerado una obra maestra de la arquitectura del barroco novohispano.