Eugenio Landesio pintó un pueblo fabril rodeado de montañas. La escena captura el inicio de la jornada laboral, en la que los trabajadores se preparan y se movilizan en grupos que circulan por los caminos que se abren paso entre las casas, entre ellos la comitiva que lleva la plata a su resguardo.
En el primer plano, se observa la Maestranza de Real del Monte, donde se encuentran las oficinas y máquinas para fundir y vaciar fierro, así como los talleres de carpintería y herrería. También se puede apreciar un grupo de jinetes que custodian el transporte de la plata. A la derecha están las propiedades de la compañía minera de San Cayetano, espacio que fue un almacén de materiales, una fábrica de velas y, después, hogar de los trabajadores de la empresa.