El paisaje de la Ciudad de México en medio de una batalla futurista. Los cráteres sitúan la escena en la superficie de una luna o quizá de una tierra devastada por bombas, como si todo ocurriera en una guerra en medio de un cielo oscuro y nebuloso. Prieto integra elementos del pasado como murallas y castillos, incluso una especie de coliseo en uno de los cráteres. En la tierra hay soldados dispuestos a atravesar la muralla que protege a la ciudad, mientras que a las afueras hay una lucha sangrienta. En el aire aparecen dos arqueros listos para atacar, uno en un globo aerostático y, el otro, en una máquina púrpura de hélices, tan extraña que casi parece extraterrestre.
El artista tuvo una prolífica y multifacética carrera como diseñador, grabador, escenógrafo, arquitecto y artista. La obra se articula visualmente como una paradoja que inicia desde su título, en la que se presenta una batalla cruenta con motivos épicos medievales y futuristas. Destaca también el uso de un lenguaje escenográfico y arquitectónico que recuerda la obra de O’Gorman, donde la ciudad es la protagonista de una narrativa épica.