Los aguadores eran las personas que se dedicaban a vender y distribuir el agua entre la población cuando las tuberías aún no existían. Fue una actividad común durante el Virreinato y hasta finales del siglo XIX. En esta pintura aparece un aguador de perfil para acentuar el chochocol, una gran vasija de barro con asas de cuero que almacenaba el agua recogida de las fuentes públicas.
La obra fue realizada por el pintor francés Édouard Pingret, conocido por ser de los primeros artistas que documentaron escenas costumbristas y oficios típicos del siglo XIX en nuestro país. Durante su breve estancia en México, captó un enorme número de personajes cuyos trabajos y ajuares eran exóticos y contrastantes para la cultura de la Europa decimonónica. El Banco Nacional de México cuenta con más de 30 obras costumbristas como esta, una de las temáticas de mayor relevancia en su colección.