La escritura de cartas de amor es una tradición en Escalos de Cima, Castelo Branco, Portugal. Desde el siglo XVIII, las mujeres del norte del país bordaban en paños de lino mensajes para sus enamorados, que frecuentemente debían salir de la península para buscar fortuna en otros lugares. El afecto y la añoranza por la ausencia del enamorado dieron pie a un trabajo artesanal muy especializado, que hoy incluso tiene su propia feria anual.
Si bien actualmente los mensajes y diseños se hacen en muchos otros materiales (papel, otros textiles, metal, etc.), María Manuela Serrano Goulão conserva la técnica y los materiales clásicos: lino e hilos de seda bordados. La complejidad, simetría, color y exactitud son algunas de las características de su trabajo.