Los escenarios en miniatura que realiza Welivander César de Carvalho son resultado de la curiosidad y creatividad infantil. Cuenta que de pequeño no tenía juguetes y, en su lugar, construía escenas con materiales y objetos que se encontraban en el camino. Suele representar fiestas populares y religiosas, en las que destaca el carácter festivo de su país.
El artista, más conocido como Willi de Carvalho trabaja con todo tipo de materiales: palos, cajas de cerillos, cintas de colores, cartón, papel, lentejuelas, cuentas, corchos e, incluso, chatarra. Su proceso de creación empieza con una imagen mental que después dibuja en papel. Luego confecciona la base en un papel resistente llamado Paraná.
Cubre con periódico la base y el fondo de la escena. Varias partes de la pieza se tapan también con una tela floral que se llama chita. Finalmente, inserta los objetos que van a formar parte del paisaje, como muñecos y animales, todos hechos en madera de pino o palos de cerillos. Para Willi de Carvalho, la mayor satisfacción es que sus piezas den placer y sorpresa al observador.