Lujo, poder y prestigio en una pintura. La postura del retratado y todos los elementos que lo acompañan así lo manifiestan, particularmente la cruz de Santiago que lleva en el pecho, un símbolo de la sangre derramada por el apóstol y que en la época indicaba una alta jerarquía y valores como el honor sin mancha o la caballerosidad. De igual manera, lo hacen el escudo de armas, que identificaba su linaje, y el texto que describe acontecimientos y cargos durante su vida.

Don Miguel de Berrio fue alcalde y corregidor de la Ciudad de México, además de contador del Real Tribunal de Cuentas. Fue reconocido como empresario, minero y hacendado (se jactaba de poder trasladar sus ganados desde Durango a Cuautitlán sin pisar tierra ajena). Él, junto con su esposa, doña Ana María de la Campa y Cos, encargaron la construcción de dos de los palacios más emblemáticos de la Ciudad de México: el Palacio de los condes de Valparaíso, hoy Foro Valparaíso, y el Palacio de Moncada, actualmente conocido como Palacio de Iturbide, sede de Fomento Cultural Banamex.